Por segunda vez, hemos planificado una GastroRuta en el
hermoso paraje del Parque de Redes en Rioseco. En esta ocasión se ha realizado
la ascensión a la Gamonal (1095m) con un desnivel de 700 metros a través del P.R.AS-122
siguiendo la calzada romana.
Nos acompañó un día despejado en el que comenzamos con la
inexcusable foto de familia antes de la partida sintiendo el fresco en nuestros
cuerpos y el sol iluminando nuestras caras.
El tramo inicial está marcado por el empedrado muy irregular
de la calzada romana ya deteriorado y aun embarrado en esta época del año por
las lluvias recientes, además debemos tener en cuenta que es paso obligado
de las cabezas de ganado que son
llevadas hacia las praderías cercanas, y que por otra parte permite que el
camino se mantenga accesible y libre de maleza.
Según el camino hace que tomemos altura, comenzamos a ver las primeras imágenes del pantano de Tarna apareciendo ante nosotros vistas de las montañas que nos rodean y que aun presentan un manto blanco de la nieve caída días atrás.
Detenemos nuestros pasos para contemplarlo como bien se merece.
Más adelante se puede leer una piedra con una inscripción sobre alguna historia perdida de la guerra civil.
La ascensión convertida en falso llano, no presenta prácticamente ningún tramo descendente
al mismo tiempo que nos va sumergiendo si aun cabe más, en una ambiente de
tranquila y verdosa naturaleza.
Nuevamente el camino se empina tras la Fuente la Llera cercano a la desviación que nos bajaría hacia Anzó afrontaremos lo que opino es el tramo más duro de la ascensión comenzando con un camino bien asentado donde vamos dejando un pequeño arroyo a nuestra margen derecha para luego girar hacia nuestra izquierda y realizar una zona de camino roto con mucha piedra suelta que impedirá que levantemos nuestra mirada y de esta forma evitar un mal apoyo. A los pocos metros llegaremos a un giro del terreno cercano a la majada de la Gamonal donde decidimos pararnos para que nuestras niñas y niños, no tan niñas no tan niños recuperen el aliento y disfrutemos todos de las montañas que cercan al pantano de Tarna a la vez que comemos alguna cosilla para recuperar fuerzas.
Seguimos camino ascendente (como no :) ) hacia la majada Gamonal discurriendo por zonas con una pendiente importante pero amplias y de fácil
caminar, que una vez superadas nos hacen tomar perspectiva real de la
inclinación y altitud del terreno.
Este tramo provoca que alguno de los caminantes aprovechen para tumbarse y disfrutar del merecido descanso del “guerrero”, aunque Superboy y las Supernenas opinen está para pocos trotes.
Llegamos al Collau Peña Gamonal (1.015 m.a.) donde una indicación fijada de forma muy rústica nos señala la dirección a tomar, realizamos una nueva parada para charlar y disfrutar del paisaje.
Tomado aire, vamos hacia el tramo más peliagudo en el que transitaremos cresteando la Peña Gamonal (1.095 m.a.) donde la estrechez y saltos del terreno en algunos puntos, harán que tomemos las medidas preventivas necesarias para que nuestras niñas y niños pasen de forma segura y sin percance alguno, os recuerdo que tienen 6 años las más pequeñas y esas son edades donde el peligro no se aprecia en toda su magnitud.
Este tramo provoca que alguno de los caminantes aprovechen para tumbarse y disfrutar del merecido descanso del “guerrero”, aunque Superboy y las Supernenas opinen está para pocos trotes.
Llegamos al Collau Peña Gamonal (1.015 m.a.) donde una indicación fijada de forma muy rústica nos señala la dirección a tomar, realizamos una nueva parada para charlar y disfrutar del paisaje.
Tomado aire, vamos hacia el tramo más peliagudo en el que transitaremos cresteando la Peña Gamonal (1.095 m.a.) donde la estrechez y saltos del terreno en algunos puntos, harán que tomemos las medidas preventivas necesarias para que nuestras niñas y niños pasen de forma segura y sin percance alguno, os recuerdo que tienen 6 años las más pequeñas y esas son edades donde el peligro no se aprecia en toda su magnitud.
Una vez pasada esta zona nuestro camino desciende hacia Collau Unqueru (1.013 m.a.) y no dejará de bajar hasta ya alcanzado nuestro objetivo final que no es otro que la fábrica de cervezas Caleya en Rioseco. Sin embargo, este objetivo tendrá que esperar varios kilómetros en los que disfrutaremos con los restos de nieve que aun perlan las zonas más altas de esta ruta; que nuestras botas sufran (algunas más que otras) las zonas embarradas por el agua filtrada de las últimas lluvias y que nuestros pantalones intenten protegernos de las puntiagudas “cotollas” que también desean tomar su parte de protagonismo. Y es que algunos mayores se lo pasan mejor que los niños.
El zigzageante camino irá acercándonos a la zona final formada por una pista hormigonada con tramos inclinados que pondrán a prueba las piernas de muchos de nosotros que comienzan a presentar síntomas de cansancio y que solamente se ve amortiguado por la presencia de los carrascos que se levantan a ambos lados del camino.
Finalmente llegados a Rioseco (punto de inicio y final de la
ruta), nuestros amigos de Caleya estaban esperándonos con paciencia para
ofrecernos una amena e interesante explicación sobre el método de elaboración
de sus cervezas.
Luego fue el momento de una refrescante y ansiada degustación a la que nadie pudo negarse a excepción de nuestras supernenas que solamente pudieron realizar tareas de sujeción de vídreo para posar en la foto.
Gracias a Silver y Pinchu por la atención prestada, deseándoles suerte (que no les hace falta) y muchos éxitos de los cuales ya están comenzando a tener.
Luego fue el momento de una refrescante y ansiada degustación a la que nadie pudo negarse a excepción de nuestras supernenas que solamente pudieron realizar tareas de sujeción de vídreo para posar en la foto.
Gracias a Silver y Pinchu por la atención prestada, deseándoles suerte (que no les hace falta) y muchos éxitos de los cuales ya están comenzando a tener.
El día fue culminado en la localidad de Muñera de la comida
(pues que sería de estas GastroRutas si les faltara la Gastro) la cual disfrutamos
en el Restaurante “Los Panchos” (si tu me dices ven lo como todo), lugar sin
pomposidades haciendo honor a la sencillez del entorno por donde nos movemos,
pero donde comimos a base de “corderu a la estaca” y cabritu” de forma
espectacular (a reventar) y a un precio muy comedido.
La ruta a muchos se les ha hecho dura….bastante dura, pero
reconocen al mismo tiempo que muy bonita. La meteorología nos ha respetado
brindándonos un día totalmente despejado con el sol radiante sobre nuestras
cabezas lo que ha permitido disfrutar de un paisaje increible que solamente
puede ser apreciado cuando hacemos el esfuerzo de alcanzar estas cumbres que
hace a uno sentirse muy, muy, muy,…….insignificante y al mismo tiempo parte de
un todo muy, muy, muy…..grande.
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