No voy a contaros lo hermosa que es, donde comienza y donde
termina, que nos encontramos y que dejamos atrás, etc, etc. Para eso tenéis
infinidad de páginas, blogs, etc de personas que saben relatarlo y definirlo
muchísimos mejor que yo.
Entonces diréis…..y ¿que narices nos vas a contar?.
Muy sencillo, voy a contaros como desde siempre escuché que
si la Ruta del Alba para arriba que si para abajo, que yo la hice hasta aquí y
el otro hasta allá, que si ahora han hormigonado gran parte y le han quitado su
encanto,etc,etc……………yo escuchaba de todo y de todos, era tanto lo que por mis oídos
había entrado que tenía la sensación de haberla caminado unas 200 veces (como
mínimo), cuando la realidad era toda la contrario, es decir, nunca había puesto
un pie en ella.
Esto cambió cuando el
pasado mes de julio (2014) tomamos la decisión familiar de acercarnos a conocerla
recorriendo sus 7 kilómetros ida y evidentemente otros tantos de
vuelta……..a no ser que Tío Jose lleve vino en vez de agua y a la vuelta realicemos
más ”eses” de las deseadas..
Solamente puedo decir que aunque los primeros kilómetros de
hormigón pueden hacerse monótonos, debemos ser capaces de levantar nuestra
mirada, pararnos a observar las paredes
salpicadas de verde intenso y asomarnos al cauce del río para disfrutar del
sonido relajante del agua que transcurre por su cauce sin prisa pero sin pausa.
Este primer tramo (siempre pensando en positivo), puede tomarse como un primer
contacto con la naturaleza, perfecta para aquellos niños o adultos más
urbanitas y acostumbrados al asfalto de nuestras ciudades, y donde el simple
hecho de caminar supone un esfuerzo extra de carácter poco productivoen cuanto a diversión se refiere.
No es el
caso de mi preciosa hija Alicia que nunca se ha quejado de ir caminando a todos
aquellos sitios donde ha hecho falta, ni tan siquiera de mi querido sobrino Hugo
caminando a regañadientes por no tener cerca sus NintendoDS, pues ambos ya
saben lo que es darse una buena caminata de montaña.
Transcurridos estos primeros kilómetros de hormigón y
cierre de madera al margen izquierdo del camino, podemos descansar y recuperar
fuerzas en un merendero para si así lo queremos dar la vuelta hacia nuestro
punto de partida. A mi parecer, este sería un grave error (Dios que catastrófico
suena), pues dejaremos por ver a mi humilde entender la mejor parte del camino.
Tras dejar el merendero, la pista firme y bien nivelada
desaparece bajo nuestros pies para dar paso a un camino irregular de piedras y
tierra (el camino de monte de toda la vida), nuestros sentidos comienzan a
despertarse, las paredes verticales de las montañas se acercan a ambos
lados acortando la visión de nuestros ojos y siendo entonces conscientes de transitar
por un desfiladero de verdes colores.
El río Alba en su discurrir y la fauna
existente proporcionan sonidos
relajantes a nuestras cabezas aceleradas del estresante día a día, el sol el
aire y resto de elementos recuerdan a nuestra piel que esta viva reaccionando ante ellos, los aromas de la
vegetación inunda nuestro olfato despertándolo del adormecimiento que la
polución provoca, y finalmente nuestras pupilas gustativas saborean cada trago
de agua que nuestras gargantas resecas agradecen......pues al bocata de
tortilla deberá esperar aun algunos minutos.
Todo se engrandece en este tramo final, donde el río cobra
fuerza e importancia por sus saltos de agua con sus piscinas naturales donde
algunos valientes son capaces de enfrentarse en un día no muy cálido a las
aguas no menos frías.
Las fotos que os muestro son realizadas en su mayoría con el teléfono
móvil y evidentemente no hacen justicia a lo que allí “in situ” podréis ver y
disfrutar. Al final podréis reposar en una zona de mesas y bancos junto a lo
que podríamos denominar “Mountain-Bar” o como diríamos por estos lares “Chigre
de prau”, donde podremos disfrutar de una merecida cervecita (pues agua ya
hemos bebido bastante) que acompañará a nuestro esperado bocata de tortilla
(nada de barritas energéticas), que con el reposo del guerrero conseguirá la
recarga inmediata de las fuerzas necesarias para la vuelta, donde disfrutaremos
desde otro punto de vista y más calmadamente (pues todo el camino de regreso es
en descenso) de este inolvidable paseo por un paraje que aconsejo visitar a la
mínima oportunidad que tengáis.
Dedicado a mi amigo walker Julio y su paciencia por esperar una entrada en este blog.
En una entrada anterior os mostré alguna riñonera preparada
para poder llevar nuestro bidón o bidones de hidratación, y con la posibilidad
de cargar más o menos elementos necesarios en nuestra actividad, dependiendo de
la amplitud y diseño de los departamentos de los que la riñonera en cuestión
disponga.
Ahora quisiera comentaros de forma breve, sobre las
posibilidades más habituales que una mochila con sistema de hidratación nos
ofrece.
Si queremos sintetizar al máximo en que consiste esto de una
mochila de hidratación, solamente tenemos que imaginarnos que llevamos colgada
a nuestras espaldas la “bota de vino” de toda la vida, pero en este caso llena
de isostar, aquarius o similar……es un decir, pues estoy por creer, que alguno
de los que veo en bici, caminando, o corriendo a velocidades de vértigo, seguro
que llevan un buen reserva en la Camelbak.
Podréis encontrar en el mercado infinidad de marcas y
modelos que incorporan este tipo de sistema, de entre ellas destacar Camelbak una
de las pioneras y de mayor renombre. De esta marca puedo hablaros de dos
modelos por experiencia propia, por un lado la Octane y por otro la Camelbak de
mi hija en un color “rosa fashion” TOTAL!!.
En ambas, el sistema no es otro que una vejiga de plástico,…….bueno……quiero
decir de un plástico de calidad de esos que hacen ahora sin nada de esas cosas
perjudiciales que antes si tenían los plásticos. Esta vejiga trae su parte
superior un tapón a rosca bien grandote, que nos facilita la carga del vino……..quiero
decir, del agua que vayamos a beber, y en la zona inferior incorpora la
conexión del tubito que finalmente hará llegar el líquido elemento tras un
pequeño trabajo de succión de nuestras bocas. Evidentemente, si no hay por
donde meter y sacar………..la bebida…….estaríamos un poco jodidillos.
Es decir, como anteriormente os
comentaba…..una “bota de vino” con tubito para no tener que escanciar la
bebida.
Las capacidades de estas vejigas
varían al igual que el volumen de carga de las mochilas. Aquí será donde
deberemos afinar nuestra compra, pues hay que elegir la que mejor se ajuste a
nuestras necesidades. No es muy sensato (a mi parecer) comprarnos una mochila
con un volumen de carga de 50 litros y con vejiga de 3 litros o más…..porque
estaba en oferta y solamente para realizar actividades que no llegan a las 2
horas …… pero bueno…….ya sois grandecitos.
La decisión en mi caso de comprar
la Octane, no fue otra que:
1.- disponer de una mochila con
un diseño minimalista,
2.- con capacidad de carga para
lo necesario e imprescindible,
3.- poder llevar una vejiga de
unos 2 litros para salidas no demasiados largas.
En la imagen, podéis ver lo bien
que se adapta, da la sensación de llevar un koala bien agarrado a la espalda.
La regulación de las correas y el ajuste de la cinta del pecho es muy
personal……e intransferible.
Los bolsillo laterales totalmente
perforados además del que se encuentra situado en la zona central superior de
nuestra mochila, bastarán para acarrear algo de comida (olvidaros del bocata de
chorizón que tanto os gusta), nuestras llaves, e incluso el móvil (en mi caso
un LGG3 con funda Ballistic que abulta un güevo y la mitad de otro). Por otra parte, tenemos un cordón elástico y ajustable que puede albergar un
cortavientos, chubasquero o prenda de abrigo, si así lo creemos conveniente.
La vejiga va colgada en el
interior de la mochila en un cordón y a la que accedemos a través de la
cremallera que la mochila tiene en su parte superior.
Otros modelos de la misma marca,
vienen diseñadas para almacenar la vejiga (de diseño específico) en la zona
lumbar.
La mochila rosa es muy similar y
os dejo varias fotos para que podáis observar los distintos detalles de los que
dispones. Además de bonita y útil, es una forma perfecta de que nuestros pequeños
adquieran la responsabilidad y tomen consciencia de lo importante que es la
hidratación y el deber de que cada cual transporte sus enseres básicos y
necesarios para la realización de su actividad.
Siguiendo el mismo método de
hidratación con el uso de las vejigas, las distintas marcas de mochilas (ya
sean de montaña, ciclismo, esquí, etc) incorporan apartados específicos en el
interior para el transporte de las vejigas, así como un adecuado diseño para la
extracción y fijación del tubito en cuestión.
En este caso os voy a mostrar una
mochila de la marca Deuter que facilita la posibilidad de incorporar este
sistema de hidratación.
Esta es la vejiga en cuestión, en
este caso con una capacidad de 3 litros (las podemos adquirir de otros tamaños) y añadirle como es mi caso, una funda térmica tanto para la vejiga
como para el tubo, aislando y por tanto manteniendo el agua fresquita durante más tiempo; puedo
aseguraros que funciona.
Aquí podemos observar el
emplazamiento donde irá instalada nuestra vejiga. Observamos que en este caso no va
suspendida como en la Camelbak, sino que directamente se introduce en un
bolsillo de dimensiones adecuadas para albergarla, además de una tira de velcro que nos la fijara y de este modo evitar que se nos mueva.
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Como veis la cosa es muy
sencilla,simplemente debéis decantaros
por el tipo de mochila que más os guste y por supuesto, mejor se adapte a vuestra
actividad. Solamente es necesario seguir unas consignas higiénicas básicas,
como son vaciar el líquido sobrante después de cada uso y efectuar un secado
adecuado, pues aunque estas vejigas vienen con tratamientos antibactericidas,
es conveniente prevenir la proliferación de bacterias y hongos. Existen
productos (la cuestión es vender) para usar cada cierto tiempo y realizar una
higienización de la vejiga, aunque en algún lugar leí como un buen sistema de
prevención introducir la vejiga en el congelador para que la baja temperatura evite
la proliferación de los bichitos.
Otro truquito respecto al
transporte, es poner boca abajo la vejiga y extraerle el aire aspirando por el
tubo, provocando de esta forma una especie de envase al vacío y consiguiendo
que el agua no se mueva tan libremente dentro de la vejiga, ofreciendo por
tanto mayor comodidad en nuestros desplazamientos.
Espero haberos ofrecido una
información corta, pero concisa y clara sobre el tema de estos sistemas de
hidratación.
Aunque no lo suelo indicar, si
algun@ de vosotr@s necesita más información o aclaración sobre los temas que
expongo en el blog, no dudéis en preguntárme, será para mi un placer intentar
ayudaros en la medida de mis posibilidades.
En estas líneas no voy a copiar, transcribir y/o adaptar
alguna de las definiciones que sobre el movimiento Barefoot existen en la red.
Estoy seguro que con una simple búsqueda podréis satisfacer vuestra curiosidad
yconocer en que consiste esto del
Barefoot, aunque si dejaré algunos enlaces de interés que evidentemente estan orientados al Running Barefoot..
Para los que no puedan esperar, simplemente decir que el
Barefoot consiste en correr descalzo (en mi caso sería andar descalzo, cosa que solamente practico en la playa) o con
un calzado llevado a la mínima expresión ,el cual nos aporte una protección
frente a los agentes externos procurando no perder el sentimiento original de
este movimiento, que no es otro que nuestros pies realicen el trabajo para el
cual fueron diseñados, evitando por tanto cualquier tipo de ayuda respecto
geometrías, amortiguaciones, densidades, etc, etc que faciliten o adormezcan el
trabajo original del pie. Por tanto, buscamos que nuestros pies sientan el
terreno por el cual discurrimos, se adapten, y poco a poco se vayan
fortaleciendo.
Todo esto que a primera vista parece muy………como
diría……muy…….chachi, guay, no se ponerle el adjetivo que prefiráis (sin
ofender), evidentemente necesita un periodo de adaptación y seguramente no está
pensado para el estado físico de una gran parte de la población que
habitualmente sale a caminar o a correr.
Pero lo que realmente quiero contaros es mi inicio es esto
del minimalismo y como lo adapto a mis entrenamientos de Nordic Walking.
Todo comenzó por la lectura de varios artículos y opiniones
de corredores que usaban este tipo de calzado, y como aletaban de la necesiad de una técnica
específica para que el paso de un calzado a otro no desembocara en la lesión del corredor y este pudiera inciciarse en el camino de los TARAHUMARAS (interesados leer “Nacidos para
correr”).
Ante la curiosidad de probar este tipo de zapatillas y la precaución
de saber que hay que seguir un proceso de adaptación, el verano pasado me
compré dos modelos de New Balance con un drop de 4 milímetros (es decir un
desnivel entre el talón y la planta de solamente 4 milímetros), pero con la única
intención de sentirlos y experimentarlos como calzado de paseo para la época
estival.
Por un lado el modelo MT10BO2 indicado para trail por venir con
una suela y un diseño más específico para la montaña.
Y por otro, las MR10RY2 pensadas para el entrenamiento en
terrenos de tierra o asfalto.
Con ambos modelos y aunque solamente los usaba en entornos
urbanos, sentía que mis pies comenzaban a ser conscientes del terreno por el
que me movía al mismo tiempo que me indicaban la necesidad de adaptar y
modificar mi habitual forma de caminar. Ya no servía entrar talonando de
cualquier manera y olvidarme de donde y como pisaba, ahora debía estar más
atento “y escuchar” lo que mis pies y resto de articulaciones del tren inferior
me querían decir, lo que entre colegas podriamos denominar “RECEPTORES SENSORIALES” de toda la vida..
Tras un verano continuado de su uso y darme cuenta entre
otras cosas, que estos modelos sin plantillas son un problema para aquellos que
tenemos pies con vocación de artista y más concretamente al “cante jondo”
(Dios como apestan después de un día de caminatas y humedad), decidí recientemente
agenciarme un par de modelos de la marca Vivobarefoot (pioneros en el calzado
minimalista) con una suela de tan solo 4 milímetros, sistema antipunzamiento y
un drop de 0 milímetros.
Los modelos elegidos fueron Vivobarefoot STEALTH para usarlo como calzado
veraniego de paseo,
y el Vivobarefoot EVO LITE, que alternados con el modelo de New Balance los
uso para mis entrenamientos en asfalto de Nordic Walking ,
apartando
definitivamente mis New Balance 1024 N2 y Asics Nimbus que hasta el momento
había usado con plantillas correctoras para la zona interior del tobillo
izquierdo.
El siguiente modelo es el Breatho Trail también de
la marca Vivobarefoot y específico para el trail.
Estos vienen con unos tacos
dispuestos en varias direcciones para facilitar el agarre y que protegen
bastante bien de piedras sueltas y salientes del terreno, aunque debemos
recordar que con este tipo de calzado minimalista siempre deberemos estar
atentos de donde ponemos nuestros pies. Para uso urbano esta suela con tacos
hace que pierdas casi toda la sensibilidad que obtienes con modelos específicos
para asfalto.
Su sistema Dri-lex promete confort, trasnpirabilidad y un rápido
secado, además de una protección frente a los microorganismos que provocan mal
olor, todavía no los he probado tan a fondo como para comprobar estas promesas. Evidentemente y como el resto de calzado de la marca Vivobarefoot traen incorporado un sistema anti pinchazos.....que evidentemente no tengo pensado evaluar, esperemos que funcione cunado sea necesario.
El último modelo adquirido es el Vivobarefoot Off Road Hi-Cut una bota de caña alta y preparada para el invierno con la incorporación de una menbrana Waterproof.
Quizás sea mucho aventurarme, pero debo decir que hasta el
momento el resultado es totalmente satisfactorio, nada de sobrecargas, ni
dolores en rodillas, cadera, ni tan siquiera en el tobillo que de vez en cuando
sentía dolorido tras algún entrenamiento, por lo que no me planteo volver a las
zapatillas de suelas sobredimensionadas.
Evidentemente, la técnica de Nordic Walking debe ser precisa
prestando principal atención a la transición talón-puntera, lo que denominamos
trabajo activo del pie. Esta debe ser fluida, coordinada con el apoyo del bastón,
y con velocidad adaptada al terreno y a las cualidades técnicas del
practicante.
Este último punto debe ser tenido muy en consideración, pues a
diferencia de la técnica de carrera usada para este tipo de calzado donde el
apoyo se efectúa con la zona media del pie, evitando el apoyo de talón,
la biomecánica natural en nuestro caminar es mediante el
apoyo del talón en un primer momento, transitando seguidamente por el medio pie
y finalizando en la base de nuestros dedos. Entonces alguien dirá o simplemente
pensará………..¡¡¡¡Caminar con este calzado es suicidarse!!! ¡¡¡Nos vamos a
destrozar los pies !!! ¡¡¡¡Menuda locura!!!!,
pues no, pues si.
Locura??……pues no, porque evidentemente han sido unos cuantos
años (solamente unos cuantos años) los necesarios para que el ser humando haya
evolucionado hacia la bipedestación transformando todo nuestro cuerpo para
poder movernos de forma “erguida”, creando para ello un complejo sistema
adaptado de huesos, tendones, músculos, etc. Por ello, nuestro cuerpo y más en
concreto nuestro pie está diseñado y preparado evolutivamente para andar………pero
para andar descalzo sintiendo de esta forma el terreno y adaptándose según sus
necesidades.
Destrozar los pies….pues sí, ya que con el tiempo el hombre
ha sido capaz de crear capas protectoras para nuestros pies (calzado) y que
estos no sufran daños debidos a los agentes externos, pero llegando a un
extremo donde nuestros pies no sienten, no son capaces de enviar señales al
resto del cuerpo indicando que necesitan y por tanto adaptarnos a este cambio
continuo de nuestro caminar. Poco a poco dejamos de ser conscientes de cómo
pisamos, de la fuerza que empleamos en ello, y por supuesto, olvidamos
controlar sus movimientos, en definitiva, no somos dueños de nuestros pies,
estos se transforman en una parte inerte de nuestro cuerpo y pasan a ser una
extensión del calzado que llevamos.
Al usar un calzado más ligero con protección mínima, carente de capas de amortiguación
y control de pisada, comenzamos a sentir, empezamos a ver que las cosas son muy
distintas y si estamos atentos, nos daremos cuenta que nuestra manera de andar
debe cambiar, debe adaptarse, sintiendo y escuchando lo que nuestros pies nos
están diciendo a voces
”””CUIDADIN............. QUE ESTO TA MUUUUU DURO””””.
Este será el
periodo de adaptación, un precio que hay que pagar para que nuestros pies
vuelvan a la vida, pero no sólo nuestros pies sino todo nuestro cuerpo. El que
vea esto como una moda o simplemente no quiera escuchar, estará abocado a los
dolores, a una posible lesión y a la frustración de pensar que su cuerpo no es
capaz de andar sino es con un par de colchones en sus pies.
No voy aconsejaros que os paséis a este mundo del (entre
comillas) “Barefoot”, aunque marcas como Nike pioneras de la suplementación en
el calzado deportiva, están comenzandoa
ofrecer modelos minimalistas y con filosofía de los indios Tarahumaras.
Evidentemente no me
mueve ningún afán de marketing, promocional o interesado, ya quisiera yo que
alguna casa deportiva me ofreciera su calzado para probarlo y de esta forma
ahorrarme unos cuantos euros al cabo del año, pero no es así, simplemente
quiero ofreceros mi pequeña experiencia en este loco mundo de las actividades
deportivas y sus materiales.
Podréis encontrar muchísima información simplemente introduciendo en Google la cadena "calzado minimalista".
Y recordar........... que esta experiencia debe ser tomada con paciencia y control por nuestra parte, no quiero lesiones por una moda pasajera.......si no se puede....no se puede, y no pasa nada por suplementarnos la pisada para poder practicar nuestras actividades favoritas, antetodo NOSOTROS y nuestra salud.